Los años de experiencia profesional como psicóloga me llevaron a apreciar el inmenso valor de ayudar a otros a aprender, en lugar de simplemente enseñarles. No mucho tiempo después, evidencié cómo en la práctica del Coaching Ontológico este proceso de crecimiento personal se daba de manera mutua. Desde entonces me fasciné con el efecto transformador que se alcanza con la comprensión del observador que somos.
Desde la elección de mi profesión primó en mí el interés por navegar el sentido de vida del hombre y su aparente destino determinado. Pero vivenciar cotidianamente en las sesiones la transformación de cada coachee y el impacto de ello en sus vidas, es un aprendizaje permanente del que no termino de sorprenderme.
Finalmente, pero no menos importante, es encontrarme en medio de procesos organizacionales en los que en muy corto tiempo evidencio cómo los equipos logran resultados increíbles con el desarrollo de competencias conversacionales en procesos de autoconocimiento. Cómo alcanzan espacios de comunicación que antes pensaban imposibles en su trabajo, en su familia y en su comunidad.
¡Me descubro entonces formando parte de un proceso transformacional por una cultura de un mejor vivir, por una cultura de paz en mi país!